Si existe una combinación perfecta , una pareja ideal, un dueto extraordinario, yo diría que es el Jim Beam y una pizza jumbo de Big Slice, yo no conocía esa combinación pero el domingo estando caminando por el centro recibí una llamada. De estar caminando sin sentido y evadiendo a un anticuario al cual le debía 500 pesos, fui invitado a participar en la formación de ese dueto, whisky y pizza para unas puede sonar asqueroso pero para mi fue la nueva pareja que quiero ver cada fin de semana.
aunque debido a cierta situación que sucedió el domingo que estaba fuera de mis manos, pude disfrutar de esa pizza y ese whisky sentado frente a una batería , ah y eso es solo por que estábamos internados en la dimensión del cuarto de ensayo.
quiero aclarar esto no es un anuncio hacia las pizzas o hacia ese whisky, alo mejor es que no he probado otras combinaciones, alo mejor jack y pizza hut pueden ser buenas, o alo mejor jack y dominos pueden serlo, aunque no lo creo, casi siempre estoy seguro de cosas y casi siempre lo estoy, en cosas tontas no en todo.
Pero recomiendo una tarde de Música, whisky y pizza. Creo que este post esta influenciado por ese post anterior de el TOCINO y el BBQ y eso me la idea de mas nuevas combinaciones, tocino y whisky? , pizza de BBQ con tocino y whisky? , un whisky de BBQ, o un tocino sabor Whisky, actualmente con pocas las cosas que creo, aunque me hago creer muchas y no se por que , he estado intentando armar una revolución algunos me entenderán otros no, no me importa pero lo estoy intentando, te unes o que?
chester
Ahora me dió por postear algo con investigación y lenguaje de científico. loco. a ver que tal;
Comenzamos a hacer música porque los objetos vibran a distintas frecuencias, suenan, según su estructura molecular. La madera vibra y por lo tanto suena, diferente al metal, las pieles, las cuerdas delgadas o las cuerdas gruesas. Este conocimiento permitió instrumentos musicales como tambores, xilófonos, trompetas, harpas y pianos.
En un órgano, el aire pasa a través de tubos de distintos tamaños, generando distintos sonidos y frecuencias según la tecla presionada.
Cuando sumamos distintas frecuencias (por medio de la síntesis aditiva) es posible emular el timbre (sonido característico) de otros instrumentos. Esto significa que alguien que toque el órgano puede “simular” el sonido de un clarinete si conoce el rango de frecuencias en el que dicho instrumento vibra. En este caso, el clarinete vibra en frecuencias altas y el intérprete simularía el clarinete al presionar las teclas cercanas su mano derecha.
Esta capacidad emulatoria interesó a gente en las grandes ciudades, quienes inspirados en los sonidos y el dinamismo que los rodeaba, comenzaron a experimentar con sonidos que no venían de instrumentos conocidos. Gracias a esto se crearon gigantes consolas y aparatos que sonaban más a ciudad que a lo que se conocía como un “instrumento musical”. A finales del siglo XIX se creó el Telharmonium, seguido por tratados futuristas como “El arte de los ruidos” (L'arte dei Rumori) de Luigi Russolo y otros trabajos avant-garde de citadinos y vagabundos como Moondog.
En los años 20´s se crearon los primeros instrumentos electronicos (no solo “maquinas de ruido”) como el Theremin. En los 30´s se comercializó la primer grabadora de casetes de cinta magnética, "Magnetophon".
Para la década de los 50´s los sintetizadores eran aparatos profesionales, caros y difíciles de controlar, operados por grandes como The Beatles o Pink Floyd. En los 60´s Apareció el Moog y el Mellotron, y en los 70´s se inventa la FM (síntesis de Frecuencia Modulada) que redujo el costo y complejidad de dichos aparatos y fue clave para definir “el sonido de los 80´s” gracias a sintetizadores como el Yamaha DX7.
Estos desarrollos y el movimiento citadino fueron de nuevo inspiración para bandas como kraftwerk, quienes crearon la primer batería electrónica. Esta máquina musical se usó en autobhan, canción que pretende simular la experiencia de andar en carretera.
La desventaja de estos aparatos análogos es que no eran compatibles, cada uno tenía su forma de operar independiente. Lo que se resolvió con el protocolo MIDI, el cual permite la comunicación, control y sincronización de los instrumentos musicales electrónicos, computadoras y otros aparatos.
Hoy los “controladores MIDI” tienen la capacidad de conectarse a través de los puertos USB, siendo instrumentos electrónicos económicos que permiten emular infinidad de sonidos e instrumentos y crear música con facilidad. No es sorpresa que en ésta última década ha habido un boom de producción de música electrónica que no parece detenerse. Asi que ya podemos ver que mucha música del "principio del siglo XVI" suena "a MIDI".